11. ACCIDENTE CEREBRAL VASCULAR (ICTUS)
El accidente cerebral vascular (ACVA), se establece cuando un trombo o un émbolo ocluyen un vaso sanguíneo que irriga al cerebro. El ictus también puede ser consecutivo a una hemorragia.
11.1- FACTORES PREDISPONENTES
El riesgo de sufrir un ictus aumenta con:
- La hipertensión
- Los antecedentes de enfermedad vascular cerebral o coronaria
- La diabetes
- La obesidad
- Los antecedentes familiares de ictus
- El tabaquismo o alcoholismo importantes
- El estilo de vida sedentario
11.2.- SINTOMAS
- Cefalea intensa
- Somnolencia, estupor
- Confusión
- Vértigos
11.3.- REHABILITACION DEL ICTUS
11.3.1.- AFASIA
Debido a la afasia expresiva (verbal), el paciente no puede expresar sus ideas con las palabras adecuadas aunque comprende todo lo que se le dice. En la afasia receptiva, con afección de la función sensitiva, el paciente no puede entender lo que se le dice. Muchos enfermos presentan una forma mixta. En ambos casos necesitará logoterapia.
11.3.2.- ACTITUD FRENTE A LA AFASIA
- Reduzca su frustración ordenando convenientemente los objetos de su habitación. P. Ej.: el timbre, la cuña, el vaso, la botella de agua y que estén al alcance de su brazo sano.
- Fomente cualquier tipo de comunicación como ver la TV, escuchar la radio, incluso hablar por teléfono, aunque en el caso de que el enfermo no pueda responderles claramente.
- Dedique un periodo de tiempo cada día para comunicarse con el paciente, procurando crear una atmósfera relajada y de confianza.
- Háblele en un tono y volumen normales. No utilice argot, ni expresiones infantiles, ya que puede hacerle sentir que se está compadeciendo de él.
- Hable despacio, utilice frases cortas y sencillas.
- No empiece una conversación que no pueda finalizar, ni cambie bruscamente de tema.
- Preste atención a aquellos sentimientos que pueda comunicarle de forma no verbal. El paciente captará inmediatamente un mensaje positivo o negativo por su mirada, tono de voz y gestos.
- Si se contraría o agota, posponga sus tentativas de comunicación para cuando el paciente se haya relajado. Pero no le deje sin ninguna explicación, podría interpretar que Vd. está enfadada con él.
- Préstele el máximo apoyo y aliento posible, ya que el proceso de rehabilitación es lento y tedioso. Su paciente necesita toda su ayuda para no desanimarse.
En caso de que el paciente presente una afasia de expresión, centre todos sus esfuerzos en conseguir que hable. Acepte sin críticas cualquier sonido articulado que pueda emitir. Sin embargo, no finja que lo ha entendido cuando no es así. Utilice fichas con palabras, frases simples o imágenes para favorecer la comunicación y paliar la sensación de impotencia.
Si el paciente tiene una afasia de recepción, obtendrá mayores beneficios si Vd. se comporta como si la comprendiese. Pero tenga presente que en realidad no puede comprender todo lo que Vd. le diga, por lo que no siempre reaccionará de la forma apropiada. Cuando hable con el paciente asegúrese de situarse dentro de su campo visual. Hable despacio y gesticule para hacerse entender mejor. Intente descifrar sus gestos. Tenga también en cuenta que el nivel de comprensión del paciente puede variar de un día a otro.
11.3.3.- PREVENCION DE LAS CONTRACTURAS MEDIANTE CAMBIOS POSTURALES
- Coloque unas tablas horarias de cambios posturales en un lugar donde puedan verlos los demás miembros de la familia.
- Para evitar la flexión de las caderas, coloque en posición horizontal la cabecera de la cama, excepto cuando el paciente esté realizando sus actividades cotidianas.
- Cámbiele de posición cada 2 horas, a menos que la última vez le haya colocado sobre su lado afecto. Nunca debe permanecer más de 20 minutos seguidos sobre el lado afecto. En la medida de lo posible, anímele a que sea él mismo quien se cambia de posición.
- Colóquelo en decúbito prono (boca abajo) durante un mínimo de 15 minutos cada día. Esta posición favorece la hiperextensión de la cadera, necesaria para la deambulación y evita la cotractura en flexión de la cadera y las rodillas.
- Colóquelo en decúbito prono (boca abajo) durante un mínimo de 15 minutos cada día. Esta posición favorece la hiperextensión de la cadera, necesaria para la deambulación y evita la contractura en flexión de la cadera y las rodillas.
- Ponga una tabla rígida bajo el colchón.
- Proteja las prominencias óseas de la presión con un borreguito o colchón de agua.
11.3.4.- PREVENCION DE LAS ALTERACIONES DE LOS HOMBROS
Puede ser una consecuencia del empuje gravitacional sobre el lado afecto no apoyado, o de tracciones o tirones del hombro afecto al cambiar al paciente de posición o moverlo en la cama.
Como medida preventiva, apoye el brazo afecto en un cabestrillo, siempre que el enfermo esté sentado o deambulando.
Mientras esté recostado o sentado en la cama o en una silla, puede utilizar dos almohadas para apoyar el brazo.
Nunca levante o gire al paciente estirándole por los brazos, cójale por el tronco.
11.3.4.2.-SINDROME HOMBRO-MANO
Se trata de un síndrome secundario a deterioro neurovascular. El paciente presentará dolor en el hombro, así como edema generalizado en el brazo y mano, dolor, palidez, pulsos disminuidos o abolidos, parestesias y limitación de la movilidad.
Para prevenir el síndrome hombro-mano, eleve al máximo el brazo afecto (incluido el codo) por encima del nivel del corazón. Para recuperar al máximo las áreas paralizadas el paciente debe realizar ejercicio.
- Realice ejercicios de movilización pasiva en cada articulación afecta, 4 veces al día, para favorecer el establecimiento de nuevas conexiones motoras con el cerebro.
- Haga que el paciente movilice activamente las articulaciones pasivas 4 veces al día.
- Dígale al paciente que realice ejercicios con los glúteos mientras permanece en decúbito supino. Indíquele que contraiga las nalgas y que las mantenga así mientras cuenta hasta 5, relajándolas al tiempo que cuenta hasta 5. Recomiéndele que repita este ejercicio 5 veces seguidas, 2 veces al día.
- Siente al enfermo y dígale que realice ejercicios con los cuadriceps, contrayendo los músculos del muslo de la pierna indemne y levantando el talón. Pídale que se concentre en apretar el hueco poplíteo contra la cama. Anímele a que mantenga esta posición mientras cuenta hasta 5 y que la relaje seguidamente durante un tiempo equivalente. Dígale que realice el ejercicio 5 veces y después que lo repita 2 veces con la pierna afecta. Si es necesario, sostenga con su mano el talón y pídale que con la mano indemne ejerza presión sobre la rodilla afecta.
- Como una forma más de ejercicio, anime al paciente a lavarse, vestirse y comer por sí mismo.
- Intercale estos ejercicios entre los demás de la vida diaria.
11.4.- PROBLEMAS EMOCIONALES
Los trastornos emocionales pueden ser tanto orgánicos como psicológicos, es decir pueden tener una base fisiológica o ser de naturaleza emocional.
La labilidad es un trastorno orgánico asociado al ictus. Un paciente que presenta esta alteración experimentará cambios bruscos e inexplicables de humor, pasando fácilmente de la risa al enfado y al llanto.
Explíquele que sus emociones incontroladas son el resultado directo de los cambios producidos por el ictus. Siempre que observe una respuesta emocional inadecuada, actúe procurando desviar la atención del enfermo hacia otras actividades. La actividad emocional excesiva resulta agotadora y desconcertante.
La depresión es otro problema frecuente, pero la respuesta emocional tras el ictus dependerá, en gran parte de su personalidad antes del ataque. Resalte las funciones corporales que conserva y no las que ha perdido. No dude en depararle animo, apoyo y seguridad. Así mismo intente mantener al paciente estimulado tanto mental como físicamente. Recuerde que las contrariedades forman parte del proceso normal de recuperación. Cuando programe los autocuidados del paciente procure repetirlos en componentes de poca envergadura y fáciles de cumplimentar. Alcanzar pequeños éxitos le dará al enfermo una cierta sensación de bienestar.