ALGUNOS CONSEJOS PRACTICOS

Siempre que el estado del paciente lo permita, trata-remos de que éste mantenga una cierta independencia con respecto al hecho de alimentarse por sí solo, teniendo en cuenta una serie de factores que pueden facilitarle ésta labor:

1- Se empezará por planificar las comidas, mejorando el aspecto personal del paciente y con ello, su propia autoestima, con lavado de manos, cara e higiene bucal.

2- Los pacientes que puedan, serán ayudados a sentarse en la mesa o en la cama, antes de que la comida sea servida.

3- Se ayudará a crear un ambiente agradable y la comida será presentada de la forma más vistosa posible-: color, textura, y variación.

4- Otras acciones que facilitan la ingestión de alimentos son: el control del dolor o las náuseas, así como el empleo de técnicas de relajación.

5- Para aumentar ligeramente el contenido calórico-proteíco de dietas normales, se pueden emplear pequeños trucos:

- Utilizar nata en sopas o salsas

- Utilizar mantequilla en pastas, arroces, salsas

- Añadir suplementos dietéticos

- Añadir queso, huevo duro, frutos secos

- Ofrecer pan con mermelada, miel, pasteles.

CONCLUSIONES

La comida es el medio más cercano que tiene la familia para ofrecer cuidados, afecto y ayuda a un ser querido que se manifiesta cada vez más inapetente, conforme progresa su enfermedad. la familia que atiende al enfermo debe conocer y comprender:

1. Que conforme se acerca la muerte, el paciente se vuelve cada vez más desinteresado por la comida y, en menor medida, por la toma de líquidos.

2. Los inapetentes son incapaces de disfrutar de una comida abundante.

3. Que las necesidades calóricas son ahora mucho menores.

4.Que no está comprobado que una terapia nutricional agresiva en estos enfermos, pueda mejorar su calidad de vida.

13.3.3.- ESTREÑIMIENTO

Es un síntoma muy frecuente, que preocupa en gran manera al enfermo y su familia. Aunque no haya una ingesta adecuada de alimento, cada 3 ó 4 días, tiene que haber una deposición. La disminución de la ingesta de sólidos y líquidos, algunos fármacos (morfina y derivados), el encamamiento, la existencia de hemorroides, fisuras anales, son sus principales causas.

El estreñimiento produce distensión abdominal, flatulencia, mal sabor de boca, lengua sucia, retortijones, náuseas y vómitos e incluso, en pacientes muy deteriorados, estados de confusión e inquietud.

Se debe estimular al paciente a ingerir alimentos ricos en fibra, líquidos y zumos en abundancia, y a que éste se movilice lo más posible, teniendo siempre en cuenta sus limitaciones.

Utilizaremos laxantes y enemas para evitar la formación de fecalomas. En pacientes más deteriorados será necesario hacer un tacto rectal para la extracción de las heces.

13.3.4.- DIARREA

Es preciso hacer un pequeño diagnóstico diferencial entre las diversas causas existentes, ya que muchas de ellas son fácilmente solucionables: la instauración de un nuevo medicamento, el propio tratamiento de Radioterapia o Quimioterapia, una dieta inadecuada... La administración de medicamentos apropiados en cada caso solucionará el problema.

13.3.5.- NAUSEAS Y VOMITOS

Son síntomas estrechamente relacionados con la fase terminal de la enfermedad. Su origen es variado y puede ir, desde el uso de mórficos y derivados en dosis elevadas, estreñimiento, hipercalcemia en el caso de metástasis óseas, la hipertensión intracraneal en tumores cerebrales, gastritis, etc...

Es frecuente que vayan acompañados de hipo y reflujo esofágico, síntomas muy molestos para el enfermo. Pueden solucionarse fraccionando la dieta, aumentando la ingesta de líquidos, con infusiones y alimentos blandos, y tratamiento con antieméticos

13.3.6.- DOLOR

La valoración del dolor debe ser integral, teniendo en cuenta tanto el aspecto físico, como el psicológico. Cuando el enfermo nos dice que tiene dolor, no debemos infravalorarlo. Si el paciente nos dice que le duele, es que realmente le duele. Aunque es posible que se trate de una llamada de aviso, ante un síntoma que nosotros no hemos tenido en cuenta, o simplemente quiera reclamar nuestra atención. El que el enfermo se queja de "dolor", no implica obligatoriamente la demanda del analgésico, sino que puede estar solicitándonos además unas palabras amables, compañía porque se siente solo o con miedo o angustia, que nos sentemos un rato con él...

13.3.7.- INSOMNIO

Es un síntoma estrechamente ligado al anterior, y supone la incapacidad del paciente para dormir, normalmente por la noche. Está causado en gran medida, por el MIEDO A LA NOCHE que este tipo de pacientes padece. El insomnio debe ser tratado enérgicamente, teniendo como objetivo fundamental el de pasar "una noche sin dolor"

Actitud a seguir ante un paciente con insomnio:

1- Conocer la causa:

- Síntomas que influyen en su estado anímico:

Angustia, miedo, depresión, soledad.

- Causas fisiológicas:

Exceso de luz o ruido, nicturia, dormir de día…

- Tratamiento incorrecto de otros síntomas:

Dolor, disnea, vómitos, diarrea, incontinencia.

- Algunos medicamentos estimulantes como:

Diuréticos, corticóides, cafeína...

- Otras causas:

Postura incómoda, cama mojada o desarreglada.

2- Tratar la causa reversible

3- Medidas generales:

-Aumentar la actividad diaria

-Ambiente nocturno agradable, sin ruidos molestos.

- Tratamiento del miedo a la noche, por medio de técnicas de relajación, compañía, unas palabras tranquilizándole de manera que sepa que no está solo, que estamos disponibles cerca de él, para cualquier cosa que necesite, ofrecerle leche templada o alguna infusión relajante (tila, valeriana…)

- Tratamiento farmacológico: con medicamentos de acción rápida, sostenida y no residual.

13.3.8.- ESTADO CONFUSIONAL AGUDO

Se caracteriza por una alteración de la comprensión y una pobre concentración. Este cuadro va a producir en la familia y cuidadores un gran desconcierto, por lo que es fundamental una correcta explicación del problema.

CAUSAS POSIBLES:

- Debidas al cáncer

- Problemas en el cuidado del paciente

- Utilización de drogas: sedantes o estimulantes.

- Alteraciones bioquímicas, fracaso hepático o renal.

- Deprivación alcohólica

- Reducción brusca de la medicación

- Anoxia cerebral

Llegados a esta fase de la enfermedad, es preciso evaluar entre todos, profesionales y familiares, qué medidas adoptar. La explicación clara a la familia del verdadero estado de la enfermedad, grado de deterioro del paciente y posibilidades reales de recuperación, debe ser llevada a cabo con sencillez, para que todos lo entiendan y sin ocultar ningún aspecto de esta delicada situación, La decisión de seguir intentando o no, nuevos tratamientos, va a depender ya, de la opinión del propio afectado, si aún es posible, y en su defecto de los familiares que le atienden, siempre orientados por el equipo a su cargo.

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