8.DESCANSO, SUEÑO Y ALIVIO DEL DOLOR

8.1.- ACTUACION PARA FOMENTAR EL DESCANSO Y EL SUEÑO

Las siguientes medidas ayudan a fomentar el sueño:

  1. Ayudar a que el enfermo se relaje antes de dormir. Puede ayudarle a relajarse facilitándole, por ejemplo, diversiones, calmando su dolor, consiguiéndole una cama limpia y cómoda, en un cuarto libre de olores nocivos.
  2. Ayudar al paciente a mantener los hábitos que normalmente efectúa antes de dormir, tomar un baño por la noche antes de acostarse, leer o escuchar música.
  3. Eliminar ruidos innecesarios.
  4. Proporcionar una ambiente en el que los pacientes se sientan seguros de que alguien estará cerca para atenderles si lo necesitan.
  5. Ponerle suficientes mantas para que no tenga frío. A menudo los ancianos necesitan más mantas, porque su temperatura corporal desciende con la edad.
  6. Estimular los ejercicios de relajación. Son útiles en particular para personas que tienen insomnio suave o moderado.
  7. Proporcionar un vaso de leche templada antes de que el paciente se acueste.
  8. Proporcionar hipnóticos o sedantes, si el paciente los necesita y el médico los ordena. Si el paciente necesita además un analgésico, administrar el analgésico antes que el sedante, de esta manera el enfermo se sentirá a gusto cuando empiece a dormir.
  9. Si es posible, ayudar al paciente a que adopte su posición habitual para dormir.
  10. Dar un masaje al paciente para fomentar su relajación emocional y muscular.

8.2.- DOLOR

El dolor es una sensación enormemente molesta y muy personal, que no se puede compartir con otras personas. El dolor es un signo importante de que algo va mal fisiológicamente.

En este sentido, el dolor es útil porque estimula al enfermo a pedir ayuda para solucionar su problema de salud, que podría haber pasado de otra forma, inadvertido. El dolor se acompaña, a menudo, de otras sensaciones orgánicas, como presión, calor o quizás frío. El control del dolor comprende:

  1. Determinar la causa del dolor y emplear otras medidas paliativas antes de administrar fármacos, o utilizar dichas medidas al tiempo que se administran los analgésicos. Por ejemplo, una postura idónea, los masajes, el alivio de la ansiedad, o el calor pueden obviar a menudo el uso de analgésicos o aumentar sus efectos en enfermos con espasmos musculares.
  2. Utilizar alguna técnica de relajación.
  3. Administrar analgésicos a intervalos regulares y pautados por el médico, en lugar de atender la demanda del paciente.
  4. Dar analgésicos antes de que el paciente sienta el dolor, o tan pronto como el dolor comience de nuevo.
  5. Pautar actividades necesarias como la deambulación o curas, por ejemplo cuando los pacientes están bajo los efectos analgésicos.
  6. Siempre que sea posible, conviene permanecer con los pacientes que tengan dolor, a menos que deseen estar solos.

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EJERCICIOS RESPIRATORIOS