5. INCONTINENCIA URINARIA
La incontinencia urinaria es la incapacidad temporal o permanente de los músculos del esfínter externo para controlar el flujo de orina desde la vejiga
CAUSAS
- Edad avanzada
- Hipertrofia prostática
- Lesiones de la médula espinal
- Infecciones de la vía urinaria
- Espasmos de la vejiga
- Pérdida de conciencia
- Sedación medicamentosa
La incontinencia angustia física y emocionalmente a los pacientes, porque se considera inaceptable socialmente. A menudo, se siente apurado por el goteo de la orina o por tener un accidente, y puede restringir sus actividades normales. Por esta razón se le debe dar apoyo emocional y comprensión, así como medidas para mantener al paciente seco y limpio. Las sábanas y ropas de la cama mojada de orina irritan y producen excoriaciones en la piel. La humedad prolongada en la pie conduce a la dermatitis (inflamación de la piel) y a la subsiguiente formación de úlceras de decúbito.
5.2. CLASIFICACION
Independientemente de su causa, la incontinencia puede clasificarse en 3 tipos:
- Incontinencia por estrés
Refiere una micción involuntaria por aumento brusco y transitorio de la presión intraabdominal. Por ejemplo, pueden escaparse unas gotas de orina al reír o toser.
- Tenesmo
Deseo intenso y súbito de orinar, seguido de incontinencia. Una de las causas más frecuentes es la infección urinaria.
- Rebosamiento
Acaece cuando la vejiga se llena totalmente y empieza a liberar pequeñas cantidades de orina para disminuir la presión. Es posible que el paciente no sienta deseos de orinar. Puede asociarse a obstrucción, fármacos, o factores emocionales
5.3.- PROGRAMA DE EDUCACION VESICAL
- Establecer un horario de evacuación regular. Por ej. cada una o dos horas, haya o no sensación de urgencia.
- Regular la ingesta de líquido, media hora o una hora antes de la evacuación. Es esencial una ingesta líquida diaria suficiente (al menos 2.000 ml). Para evitar la nicturia restringir la ingesta de líquidos antes de acostarse
- Aumentar la actividad física para mejorar el tono muscular y la circulación sanguínea, ayudando así al paciente a controlar la evacuación.
- Segurarse de que el orinal esté a su alcance.
- Estimular los ejercicios perineales, para aumentar el tono de los músculos concernientes a la micción, en particular de los músculos perineales y abdominales. Las contracciones periódicas de los músculos perineales y el paro intencionado y La vuelta a orinar pueden ayudar al paciente a lograr el control de la evacuación.
- Como medida de protección, aplicar cobertores protectores para mantener las sábanas secas y proporcionar también fundas impermeables para el colchón. Se debe cambiar a los pacientes siempre que estén mojados para mantener la piel seca. Limpiar y secar la piel al mismo tiempo de cambiar las sábanas para prevenir la caída de la piel.
- En los pacientes encamados cuya incontinencia no se pueda controlar, será necesario la aplicación de pañales de incontinencia y, en algunos casos, la de una sonda vesical o de un colector de orina en los hombres.
5.4.- CUIDADOS BASICOS DE LA SONDA VESICAL
Los cuidados del paciente con una sonda permanente van dirigidos, en gran medida, a la prevención de las infecciones de la vía urinaria y a estimular el flujo urinario a través de la sonda.
Para ello se debe:
- Estimular la ingesta de grandes cantidades de liquido (2.000 ml. al día).
- Registrar la cantidad de orina diaria : 1.500 ml.
- Observar que el sistema no se obstruya.
- Proporcionar cuidados de la zona perineal-genital. El cuidado perineal-genital se recomienda efectuarlo, al menos dos veces por día, en los pacientes con sonda permanente. Se considera una de las medidas más importantes para evitar riesgos de infecciones. Cualquier secreción o incrustación que se acumule el orificio uretral proporciona un excelente medio para los microorganismos patógenos, que pueden ascender por la vía. Se debe lavar 2 veces al día con agua caliente y jabón. Cualquier incrustación sobre la sonda se retira también, se seca y se aplica una solución antiséptica (Betadine), alrededor del meato y de la sonda. Se utilizan guantes desechables.
- Mantenimiento de la permeabilidad del sistema de drenaje:
- Comprobar que no haya obstrucción de la sonda. Por ejemplo, que no esté pinzada la sonda, que el paciente no esté tumbado sobre la sonda, o que la sonda no esté obstruida por moco o sangre.
- Comprobar que la sonda esté bien sujeta al muslo del paciente o al abdomen.
- Comprobar que la sonda esté bien conectada con la bolsa de drenaje.
- Comprobar que la sonda no esté enrollada. Es muy importante que la bolsa de orina esté siempre a un nivel más bajo de la vejiga del paciente, porque si estuviera al mismo nivel puede haber reflujo de la orina excretada, favoreciendo así el riesgo de infecciones.